Berennice González : Lo que no recordaba de Madrid, España

Sorpresiva invitación

Hace un tiempo platicando con una colega antropóloga me pregunto sobre como había sido mi experiencia en Madrid, España durante el tiempo del doctorado, así que empecé a contarle mis vivencias respondiendo preguntas como por ejemplo ¿Cómo eran las clases? ¿ a donde salías? etc. Sin embargo, lo importante fue la reflexión final de reconocer que de esa etapa de mi vida no hablo tanto como de otras experiencias de viaje. Nunca lo había percibido de esta forma.

Me puse a pensar que no había caído en cuenta de esa situación ¿Por qué recordamos mas unas cosas que otras? o mas bien ¿Por qué hablamos mas de unas experiencias que de otras? esto me llevo a recordar y querer compartir algunas de las vivencias en Madrid, España durante el 2007, 2008 y 2016.

Aquí empiezo con la primera de ellas...

Madrid fue mi segundo viaje fuera de México y el primero a Europa. En el grupo del doctorado conocí a mi hasta ahora amiga Scheilla Pérez quien espero que lea esto. Después de clase algunas tardes y los fines de semana íbamos a caminar por la ciudad, caminábamos mucho. creo que ha sido la persona con la que mas he caminado. Ella es co-protagonista de esta historia.

En una ocasión estábamos sentadas en unas escalinatas a un costado de plaza sol, mientras esperábamos a nuestro amigo Paco con quien íbamos a conocer lugares, de repente un hombre muy mayor nos abordo, fue muy simpático, nos hizo reír, al responderle que yo soy mexicana alabo a Agustín Lara como el mejor compositor y cantante de México. Siguió la platica con nosotras, nos pidió que lo acompañáramos a comer algo y nosotras con la seguridad de estar juntas entre dudas y todo, le seguimos, aunque le dijimos que esperábamos a alguien el insistió, como sea nos encaminamos de pronto estuvimos a la puerta de un restaurante muy elegante, nos pregunto que si queríamos alquilar zapatillas porque el lugar era muy elegante, le dijimos que no porque no íbamos a tardar, con desconfianza y alertas subimos al elevador, el lugar era muy bonito y nos conto que en una de las salas habían estado exhibidos los vestidos de la reina Sofia.

El lugar estaba casi vacío probablemente por la hora, nos sentamos los tres, nos pregunto que queríamos de beber yo espere hasta escuchar que pediría Scheilla, después ella me dijo que mejor no pedir nada porque todo estaba muy caro y pensaba que el señor se podía ir y dejarnos con la cuenta, recuerdo bien esa sensación de risas nerviosas, creo que hasta el mesero se dio cuenta. Por un momento el hombre mayor se fue y aprovechamos a comentarle al mesero nuestra situación, el nos respondió que lo conoce y que suele hacer eso de invitar a gente a comer para platicar. Cuando regreso le dijimos que ya teníamos que irnos porque nuestro amigo ya iba a llegar por nosotras. También recuerdo que en la charla esta persona nos dijo que era doctor oncólogo que trabajaba principalmente con niños y que también era uno de los médicos pioneros en el tema de "síndrome de miembro fantasma" me pregunto que si me había pasado, cuando me explico de que se trata le dije que si. Así fue esta experiencia en Madrid.

Nos vemos en la siguiente vivencia...

Les comparto unas fotos: