Una tarde de sábado o domingo no recuerdo bien, el primo Reynaldo nos invito a mi, mi hermano franco y su novia Lolbe a dar la vuelta a la isla, aceptamos, pasamos a comprar refrescos, botanas y nos fuimos.
Pero llegando al otro lado de la isla, ya estaba muy nublado y hasta llovió fuertemente, con o sin lluvia el paisaje del mar y el cielo siempre es hermoso e imponente como pueden ver en las fotografías.
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